jueves, septiembre 21, 2006

Me la quedo yo...

Esa capacidad que se pierde con los años, que la madurez nos quita y que dejamos de lado cada vez que nuestras experiencias nos hacen creernos sabios.
Aquella que nos dejó ver las cosas extraordinarias de la vida, que nos dejó seguir creyendo que todo se mueve por razones que pueden estar fuera de la lógica y lo poco o mucho que ciertamente logra el cometido.
Los niños la acumulan por montones, nos hacen participe de gestos y movimientos a los que ya les hemos perdido el respeto, los mismos que por no pecar de tontos o estupidos dejamos de hacer. Y al hacerlo somos aún más tontos o estupidos, porque justificamos todo lo que no es posible entender.
La capacidad asombrarnos, de sentirnos invadidos por momentos de inocencia tan propia de los pequeños; asombrarnos por lo que es, por lo que esta, lo que se fue y lo que pasa; sin preguntar o explicar.
Nos dejamos asombrar por todo lo malo y no por lo sencillo, nos dejamos asombrar por lo matavilloso y no por lo corriente, nos dejamos asombnrar por todo lo que se ve y no por lo que se dice. Ya no logramos maravillarnos por el color de las cosas, sino por las cosas de cierto color.
Si dejará de asombrarme dejaría de crecer, si dejamos de asombrarnos veriamos todo normal y la vida sería gris.
Pasa que cuando pasan los años y se llega a cierta edad, la gente se asombra y teme;
pasa que cuando los años pasan y la edad llega y se queda la gente no se asombra y teme;
pero cuando todo pasa y lo que queda es temor, uno valora el asombro y todo pierde razón.
La capacidad de los niños, la ternura, la incongruencia, la inocencia, esa, esa me la quedo yo.

lunes, septiembre 11, 2006

Un Ratón

El sábado me lleve una parte de lo último que queda de mi mugrero y mis recuerdos.
Hay fotos, cartas, objetos varios e inecesarios y un motón de recuerdos perdidos en el tiempo, sostenidos en este espacio tan diferente y obsoleto.
Encontré algunos libros que recordé con agrado y otros que prefiero olvidarlos o cederlos a la biblioteca para que algunos sufran con las matemáticas o algunas letras.
Encontré cartas de amor, nostalgia y entrega. Algunas que hablaban de despedidas y otras de ilusiones.
Seguí moviendo las cosas y salieron a flote fotos de viajes, ciudades y momentos que siempre podré tomar en cuenta para volver a reír o suspirar.
Hay cosas que no sé de donde salieron o quien las trajo mucho menos sé el porque las guardo. Mi madre dice que soy como mi papá, un ratón, pues todo lo que me llama la atención lo guardo o lo acumulo sin razón.
Tengo periódicos que me remontan a triunfos y alegrías propias de campeones, medallas y trofeos, orgullos y decepciones.
Lo peor de todo es que me cuesta tanto el desprenderme de las cosas tan pequeñas e inecesarias, me toma mucho tiempo para decidir que se va a la basura y que se queda haciendo bulto.
Pero seguimos arrastrando tantas cosas y tantos recuerdos. Algunos valdría la pena dejarlos en el olvido, pero ¿Cómo dejar a un lado la vela, la gorra, la bandera y el burrito? Que sirven sólo para recordar algunos de los grandes, pequeños, felices, malos, buenos tiempos.
Guardo cosas para aprender de las historias que ellas contienen.
Mi madre dice que soy como mi papá, un ratón, pues todo lo que me llama la atención lo guardo o lo acumulo sin razón.

viernes, septiembre 08, 2006

A mis amigos...

Siempre es bueno estar rodeados de buenos amigos, gracias por compartir tantas cosas...
Les dejo esta canción de Alberto Cortez.

A mis amigos les adeudo la ternura
y las palabras de aliento y el abrazo .
El compartir con todos ellos la factura
que nos presenta la vida paso a paso

A mis amigos les adeudo la paciencia
de tolerarme las espinas mas agudas
los arrebatos del humor , la negligencia ,
las vanidades , los temores y las dudas.

Un barco frágil de papel
parece a veces la amistad
pero jamas puede con él,
la más violenta tempestad
Porque ese barco de papel tiene aferrado a su timón
Por capitán y timon él un corazón .

A mis amigos les adeudo los enfados
que perturbarán sin querer nuestra armonía.
Sabemos todos puede ser pecado
el discutir alguna vez por tonterías, por la Talhia

A mis amigos llevaré cuando me muera
mi devoción en un acorde de guitarra
y entre los versos olvidados de un poema
mi pobre alma incorregible de cigarra

Amigo mio si esta copla como el viento
a donde quieras escucharla te reclama s
erás plural porque lo exige el sentimiento
Cuando se lleva los amigos en el alma .

viernes, septiembre 01, 2006

Lejos

Disfrutaban tanto el contarse historias intrascendentemente ficticias con hechos reales, compartían puntos de vista y emociones, sin contar los pocos e insuficientes besos y caricias que se profesaban.

Disfrutaban del séptimo arte de una manera sublime, soñaban leer sus nombres en cualquier cine. Dirigían sus sueños, robaban cuadros y creaban movimientos en foros futuros.

Lo extraño es que estando sentados frente a la pantalla, con la abuela y el deseo, tratando de parar el tiempo y respirar cada momento. Estos dos enamorados de las historias ficticias observaban en la pantalla una creación tan vana, pésima e irrecordable.

Tal vez buscarán la película en bazares como intentan encontrar el pasado o recobrar esos momentos insignificantes para muchos pero decisivos para ellos.

Las palomitas se agotan, la trama se queda muy corta comparada con la verdadera historia vivida en las butacas gastadas, los créditos aparecen y la vida se rebela dirigiendo los caminos que no imaginaron pisar nunca.
Dirigían sus sueños, robaban cuadros y creaban movimientos en foros futuros. Lejos y juntos.